No tiene pinta de que los niños vayan a aprender a manejarse en el mundo real si están siempre en una burbuja de hoteles con toboganes y restaurantes de pizzas en los que poder hacer el cabra sin problema.
Es que el problema es que los niños van a ponerse a hacer el cabra aunque no tengan esos toboganes y columpios donde entretenerse, y eso significa estar molestando al resto de clientes del establecimiento que sea. A mí me parece perfecto que no les permitan entrar en según que sitios, porque hay lugares donde realmente no van a estar bien.
Estuve el otro día en un restaurante muy curioso, era todo totalmente normal, pero cuando entrabas a los baños estaban todas las paredes Totalmente empapeladas en páginas de revistas porno. Me quedé dudando por qué harían algo así, pero luego pensándolo debe ser para poder declararlo como un restaurante para adultos.