En mi opinión, desafíos al sistema constitucional que no vengan acompañados de violencia no solo pueden sino que deben quedar impunes. Se supone que dentro del sistema cabe cualquier posición política siempre que no se haga uso de la violencia para imponerla.
Me parece que la posición del TS en su auto muestra un constitucionalismo militante algo peligroso que no es, en principio, acorde con los parámetros de nuestro ordenamiento cuando utiliza expresiones como deslealtad constitucional y el menosprecio a las bases de la convivencia, incluso cuando fueran seguidos de un alzamiento público y tumultuario, no necesariamente violento.
La Constitución no es militante. No requiere que se le tenga lealtad ni aprecio, solo que se acate. Dentro de ella cabe querer reformarla o abolirla.